Not Bad For a Monday

Escribir una entrada cuando llegas flotando de un concierto no es fácil. No es fácil porque para escribir hay que tener los pies en la tierra y realmente, en este momento, me es imposible.

Anoche me enteré de que Andy McKee venía a Madrid. Y el concierto era hoy. Podría decir que no me lo pensé dos veces, pero sería mentira. Eso sí, a la tercera cayó la entrada y creo que es de las mejores decisiones que he tomado últimamente. Nunca me habían dolido tanto las manos de aplaudir, porque nunca he disfrutado tanto.

Andy McKee es de esos genios que desde la humildad te rompe con su música, y es que debe saber que roto es como mejor te dejas llevar por ella.

Hay varios tipos de músicos; los que sorprenden con su técnica, los virtuosos de su instrumento y como contrapunto están los que tienen tanto feeling que con dos notas te lo han dicho todo. Este hombre pertenece a un mundo en el que las dos cosas son posibles, y ninguna destaca frente a la otra. Es de los que mientras te dejan la boca abierta te acarician los oídos. Y no puedes hacer otra cosa que disfrutar como un animal, mientras notas  la presión del corazón en el pecho.

Pero tampoco rozo el suelo porque vengo de escuchar música en directo. Porque cada concierto es único, y hoy yo estaba ahí. Y sabía que estaba ahí.

Os dejo con su música, porque si hasta hoy no la conocíais (no será porque no os avisé) os recomiendo que os dejéis llevar por ella.

PD: Para los que os hayáis quedao con ganas, no preocuparse, ha prometido firmemente volver el año que viene. Yo me sé de uno que no se lo pierde.

Marcho a dormir, que ha sido un dia duro de trabajo, y la triple vida me esta matando, aunque sea con gusto…